miércoles, 26 de noviembre de 2008

vea por donde camina señorita.

Creo que desgasto saliva, palabras y tiempo en cada una de mis cercanas, sin excepción ( pensé que amiga pepe lo era pero hoy me demostró que no ), al intentar enfatizadamente darle "consejos" o "pareceres" en cuanto a sus situaciones amoemorosas se refiere, y no quiero decir que yo sea perfecta o algo por el estilo, ni mucho menos que la experiencia sea mi gran virtud, soy la más pésima de todas, pero al parecer ya me caí con las piedras que algunas de ellas están pisando a punto de caer en estos momentos, y dolió, lloré, sangré y puta que sufrí, hasta que dándole favor al tiempo la herida cicatrizó, y ya no volverá a pasar en bastante más, porque para mí el amor y todos sus derivados no son más que un mero trámite, un mero tema, que no va más allá y que no afecta en mi día a día, semana a semana ni en nada ( a veces rabeo, pero se pasa a los 5 min).
Es por eso que sólo me dan ganas de protegerlas ( protegerlas = agarrarles las cabezas y patearlas una por una en el suelo ) de esos príncipes negros que se las saben por libro ( o saben que esas niñas sólo saben pensar con el corazón ), y me emputece no poder, que no les baste de mis palabras o el mismo hecho de haberme visto destruida por un niño para detenerse, necesitan verse destruidas ellas mismas para decir que ya está ! el punto al cual temían llegar ya está en sus pies. Y a pesar de eso no las culpo, yo también necesité de pisar lo más hondo posible, ver mis pies y cuerpo completo embarrados y sentir mi pena a concho para después seguir, pero no es una situación que se recuerde con alegría, es más, todavía se me juntan todos los malos sentimientos del mundo y no puedo evitar llorar cuando me acuerdo de esos días, por lo que no me gustaría tener que vivir todo de nuevo, aunque no sea yo esta vez la actriz principal.

No hay comentarios: