lunes, 9 de marzo de 2009

no nos fue tan mal.

Cuando algo me pasa, cuando algo o todo anda mal, sólo quiero y necesito un abrazo tuyo, no me apetece la presencia de nadie más que la tuya, tu infinita y hermosa presencia, es reiterado en este, y creo que en todos los lugares con olor a mí, que sabes perfectamente como calmarme.
Ahora, cuando el dolor me lo provocas tú, inconscientemente todas las veces, se vuelve un mar de situaciones confusas, siento la necesidad de recurrir a ti y abrazarte, pero por otro lado es acrecentar aún más el dolor, o por lo menos hacerlo duradero, aún más de lo duradero que sería si utilizara la cabeza y me alejara, como un ser humano racional lo haría.
Pero no puedo, no sé pensar con el corazón y sentir con la cabeza, sé sólo sentir, soy una tonta y no sé si soy feliz de esta forma, pero por lo menos me siento conforme con eso, aunque la cabeza me diga que debo alejarme y seguir, el corazón siempre tendrá ese tierno y fuerte lazo con el tuyo, que me impide alejarme más de lo debido, porque al final, al final o quizás no tan al final, algo bueno habrá, algo bueno e invulnerable se creará de todo esto.

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